Gramegna, fundada en el año 1960, los propios fundadores diseñaron el primer aparato mecánico para excavar la tierra, que más tarde se llamó "excavadora". La intuición de esta máquina sería de gran utilidad y les animó a empezar a trabajar en el sector de la construcción mecánica. En 1965, en la 67ª edición de la Fieragricola de Verona, se presentó oficialmente la primera máquina cavadora, obteniendo el reconocimiento como "máquina innovadora". En los años siguientes, Gramegna se dedicó a un trabajo constante para perfeccionar y mejorar. Hoy, esto se traduce en una gran experiencia que nos permite ofrecer tanto a aficionados como a grandes empresas un producto de alta calidad técnica, muchas veces capaz de obtener resultados sorprendentes. Además, a lo largo de los años, la producción se ha enriquecido con otras máquinas dedicadas al trabajo entre cepas en viñedos y frutales (trituradoras, discos de siega, desbrozadoras, rastras rotativas), gozando de un gran éxito entre los usuarios.